
Mi vida ha transcurrido con algunas penas y alguna que otra gloria, pero en cualquiera de las dos caras de la moneda ante los "sorpresones" con los que nos topamos repentinamente y de forma obstinada, aprendí que podemos tomar un abanico de opciones, todas ellas lícitas por supuesto, agobiarnos desbarajustando a los que nos rodean, lanzar sapos y culebras, deprimirnos quedándonos parados y estáticos ante el problema o por otro lado buscar... intentar sacar en todo momento el lado más óptimo, el que nos dé mejor rollito, pero sobre todo el que trate de eliminar la mayor dosis de dramatismo...
Sonreír es para mi una filosofía de vida, buscar salidas ante situaciones tensas, complicadas e incluso fatídicas sabemos que no es nada fácil, pero lo es mucho menos si nos colgamos literalmente de una sombra alargada de pesimismo y tristeza eterna... En mi caso esta postura me ha ayudado a poner nombre y sitio a cada situación, pero sobre todo a darle la importancia justa a lo que realmente lo tiene...lo demás es pan comido¡¡
Posiblemente esté hablando de un acto reflejo aprendido, de ese instinto de supervivencia al que todos echamos mano cuando el horizonte viene cargadisimo de nubarrones que anuncian ayer, hoy y mañana tormentas tropicales que pueden convertirse en devastadores huracanes emocionales...
Y no es precisamente que "mis alrededores" estén como para lanzar cohetes pero es que alguien dijo que : "Quién no sabe sonreír, no es persona seria" ...