
Unos cuantos que nos hacemos cargo del dolor tremendo siempre presente, algunos que pensamos en el sufrimiento enorme de tantas familias sin causa justificada, muchos que nos solidarizamos con tantas personas que jamás volverán a rehacer sus vidas...
Somos conscientes todos nosotros, éstos que os recordamos, que aquel día horrible partieron por la mitad la vida y los sueños de muchos de vosotros, recogiendo pedazos de ilusiones ya inservibles, amontonando voces ya calladas para siempre, vidas partidas a medio camino sin la oportunidad de volver a ser igual que antes de aquella tristísima mañana.
Os recordamos porque retumbasteis en nuestras almas hasta el día de hoy haciéndolas crujir...
Pero otros, vosotros, (ahora dudo si tienen tiempo para recordar) anteponen la soberbia y el politiqueo barato de salón a los sentimientos y la solidaridad, persisten en ese fuego cruzado de acusaciones incluso en el momento menos apropiado, sin respeto a nada ni nadie.
Penosa y desafortunada decisión la de no acudir donde se debía creando en el pueblo una confusión mayor, quién va a ser el valiente que os crea ahora?, puede alguien confiar en aquel que le da la espalda en el peor de sus momentos?, esto es tomar el rábano por las hojas o confundir las churras con las merinas, que en definitiva tienen el mismo resultado negativo.
Hoy me avergüenza que mis ideales os sirvan para aferraros a vuestras poltronas, que mi voto y mi confianza se vean traicionados por simplicidades, tengo la sensación que estamos en las manos de unos inconscientes, que tienen un negociete bárbaro con todos nosotros... Sus seguros servidores...
No habeis dado la talla.
Y una vez más vuelvo a no entender nada de lo que sucede...