De Puntillas

Ando durante estos últimos meses como no queriendo hacer que mi pisada retumbe y pueda oírla, haciendo que el camino que recorre mi particular toma de tierra cierre cualquier circuito que pueda devolverme la realidad.

Han pasado muchos meses, muchas horas ya, pero sin embargo a veces parece un breve espacio de tiempo y otras una eternidad enloquecida.
El tiempo cuando de cuestiones que nos abren el corazón se trata, se convierte en una medida abstracta a la que cada uno damos una forma, una proporción determinada solamente al antojo que nuestro dolor requiere.

De vez en cuando me asomo a tu huida, aunque ese de vez en cuando yo sepa que es a diario no voy a confesarlo, y repaso momentos, situaciones, gestos... los analizo y me sonrío sabiéndolos vividos contigo, pero encuentro muchos huecos vacíos, muchas cosas que no hicimos, algunos sueños que se quedaron solamente en eso, en sueños rotos.

Y no me digas porqué ahora la añoranza se vuelve persistente y obstinada, con una sola fijación aquello que dejaste a medias, esas ganas de volar que tenías pero a las que jamás pudiste abrirles las alas, solamente de manera disimulada fuiste buscando escapatorias que te dieran el aire justo, el respiro hondo que te dio la oportunidad de sentirte de mil maneras, esto también lo dejo para ti y para mi...

Hoy, ayer , mañana pienso en ti hermana, tu retirada nos ha cambiado del todo, un punto de tranquilidad impuesta ha hecho acto de presencia en nuestras vidas dejándonos cuando menos sosiego y calma, no soy de las que creo en el más allá ni tampoco en el más acá , a los hechos me remito, pero estoy segura que en algo has intercedido para que la aceptación nos fuera algo menos insoportable...

¡¡Que bien me conocías¡¡ sabias que mi no tragar con ruedas de molinos lo iba a llevar hasta límites insospechados también con tu ausencia, mi "resignación cristiana" es absolutamente ninguna y siempre, aunque tenga que morderme la lengua muchas veces, voy a pensar que no merecías irte tan pronto,siempre voy a lanzar una mirada a las alturas en busca de un porqué ...

No estoy triste o si, no hoy especialmente y tampoco creo que esta sea la última vez que escribo sobre tu marcha y mis o nuestras consecuencias, escribir me alivia porque suelto lo que llevo amarrado al alma, sí siento la soledad que me has dejado como un regalo del enemigo, como una meta a la que tengo cada mañana que enfrentarme de manera hostil...