Yo como ser preferente en mi vida, posiblemente toda una parte grande de mi existencia ha pasado a un segundo lugar durante espacios casi incontables de tiempo, y de repente palpo estos "tiempos de ausencias" en toda su extensión, pero también egoístamente la nostalgia de aquellas cosas, puede que indiferentes o de poca relevancia para la vista externa...pero necesarias para la satisfacción y el crecimiento personal.
Cuantos sueños a medio cocer, multitud de aspiraciones que el tiempo siempre caprichoso y veloz ha partido en añicos, proyectos de poca monta pero suficientes para elevar la auto-estima a cotas más o menos aceptables, hobbies, lecturas sin acabar, aquel dibujo que siempre quise perfeccionar y sobre todo mi inevitable e inherente deseo de escribir desdoblando todo mi ser en esa cantidad de letras bien unidas que juntas forman algo más que una frase, tal vez una vida.
Dónde dejamos el cariño que nos debemos a nosotros mismos?, en que paraje insospechado están aquellas ilusiones que habíamos alimentado?, no hablo de los éxitos de la vida que en definitiva son fruto del esfuerzo de cada cuál y suelen ser reconocidas y alabados o no, mi reflexión en este momento quiere hablar de cosas más insustanciales y hasta pueriles pero no por eso menos satisfactorias.
Vamos recorriendo el camino siempre acelerados y en sus curvas más o menos peligrosas se van quedando desparramadas ilusiones, aficiones, afinidades e intereses. Y mientras el camino solo lleva recorrido poco tramo no nos damos cuenta y pensamos: ¡¡mañana¡¡,sin dar mayor importancia, pero el recorrido avanza y una mañana nos despertamos con la sensación de que nos hemos limitado demasiado, y allí dónde guardamos las emociones se hace balance y como resultado las cuentas siempre salen en beneficio de otros... Por eso ahora empiezo a reclamarme algo que jamás debemos olvidar :
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