05 septiembre 2007

COMPASIÓN O ESPACIO VITAL?



Al hilo de un post escrito en el blog "Mar de preguntas" en el que Interrogación hace una descripción de como fue su primera toma de contacto con el mundo de la discapacidad (diversidad funcional) ,como les parece más correcto lo denominemos, en el cual nos relata con muchisima naturalidad cuales fueron sus primeras reacciones e incluso sus primeros temores, he podido observar en algunos comentarios y no por primera vez, (mi experiencia en este terreno desafortunadamente es extensa por vivirlo muy de cerca), aires de compasión desmedidos llegando casi a la conmiseración.
Con esta parrafada mía no quisiera herir sensibilidades ni siquiera enmendar la plana a nadie.
Pero si me gustaría que entendierais lo necesario que es para hacer la vida menos tortuosa de estas muchisimas personas, la rectificación y lavados mentales que tenemos que hacer la sociedad, dejarnos de lamentaciones que a nada conducen, desmitificar muchas creencias y ya de una vez, ¡¡estamos en el siglo XXI y va siendo hora¡¡, contribuir a que realmente sus derechos sean de la misma categoría que los nuestros.
Estos días vociferan la Ley de la Dependencia como si fuera la panacea universal, el antídoto que curará todos sus males,pero solo son verdades a medias para acallar a la minoría que no sale a la calle a manifestarse o lo hace poco porque no le es posible, no gritan porque sus voces son débiles, no corren delante de la policía porque sus piernas no les responden...
Antes hacia referencia a desmitificar falsas creencias e incluso a llamar a las cosas por su nombre, las personas con síndrome de down, con parálisis cerebral o con cualquiera otra diversidad funcional, no son mejores ni peores que otros, tienen su carácter fuerte y muchas manías difíciles de llevar, algunos son muy cariñosos es cierto pero no todos ni tienen porque serlo, cuando cumplen años dejan de ser "niños" para convertirse en hombres y mujeres, como todos nosotros no son eternamente "Peter Pan", no son "niños especiales" ni siquiera les gusta que les llamen así y muchísimo menos ángeles, si así fuese abrirían las alas y echarían a volar para no soportar muchas cosas absurdas que imagino les sobrepasa...
Sus distintas enfermedades hacen que sus cuerpos y mentes en ocasiones funcionen de diferente forma a la nuestra y lo único que requieren es "normalidad" por parte de los llamados mentalmente sanos, que puedan acceder a un puesto de trabajo sin que sea "celestial", que tengan una pensión digna y no una limosna reparadora de almas ajenas, que haya personas especializadas que les ofrezcan apoyo sin que las familias se desgranen por falta de aire, que la vida y los espacios sean más amables y accesibles sin que tengan que doblar el espinazo cada vez que alguna necesidad les acucie, que al pasear no les miren como si fueran el amable monstruo del lago Ness...
No quieren , queremos, ni espero quiera nadie, falsas compasiones o lamentos plañideros, que a nada bueno llevan sólo a elevar un ¡Dios mio¡ facilón sin que ninguno movamos un dedo... nadie piensa que es un ángel ni siquiera que es una bendición de los cielos aquella persona que sufre cualquier otra enfermedad "normal"...
¿ entonces por qué se llevan ellos las miradas de reojo, los comentarios lastimeros, o los encierros en centros destinados al olvido total?
Acción...reacción¡¡
Hay muchos Arthur Miller en la vida,aún siguen escondiéndolos a saber por qué, pero y no quiero ser mala, la culpa solo la tenemos los que formamos esta sociedad falsa que no mira nada más que lo que quiere ver.


5 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

Mi querida SIB, voy a ser más cruda, aún que tú pese a saber que eres tú la que vive en sus propias carnes esta situación.
Cuando me quedé embarazada uno de mis temores era que al igual que mi hermana yo tuviera un hijo con síndrome de Down y dudaba (esas cosas son muy difíciles de meditar) de qué haría en caso de que me lo confirmasen. Sigo sin tenerlo claro pero creo que no lo habría tenido porque como tú bien dices el desconocimiento que suele tener la gente sobre este tipo de personas les induce a la compasión o el horror pero no saben, y gracias a dios yo sólo lo vivo de refilón lo duro que es.
Mi sobrina dice lo de aquí, aquí pero en ocasiones tiene una mala leche que te cagas, problemas físicos a raudales, reacciones incomprensibles. ¿Un ángel? Ya nos gustaría pero la ventaja de vivirlo de cerca es que aprendes a tratarlo como el que tiene un hijo con constante mala leche, a dejar de verlo como alguien especial, siendo consciente todos los días de que las cosas no van a cambiar.
Lo que hace falta es que nuestra sociedad madure un poco, que tengan más conocimiento sobre la verdad de estas persona y, por supuesto, que dejen de darse la vuelta para estar seguros de lo que han visto. Sí, las personas con ese tipo de problemas son difíciles, tan difíciles como el que tiene que convivir con un esquizofrénico o con cualquier otra enfermedad mental pero cuya apariencia física es, normal.
Espero que también entre mucha gente a leer esto.

Sib dijo...

Puede que hayas observado dureza en mi comentario Interrogación y claro que la hay, eso es evidente como dices vivo desde hace muchos años en este mundo y eso me hace rebotarme con mucha facilidad, pero es evidente que te agradezco muchisimo tu post, que se opine y concience a la gente.La enfermedad de mi hijo paralisis cerebral a causa de un tumor con los años ha derivado en una pseudo-esquizofrenia, aunque en muchos momentos es un chico con el que se puede razonar perfectamente. Cuando voy por la calle con él nota que le miran de manera compasiva(su físico está deteriorado y va en silla de ruedas) y no imaginas el cabreo que se agarra ¡¡como no voy a ser dura¡¡, él es el primero que no entiende cosas como esas.
En ningún momento he querido ofender a nadie, ni muchisimo menos imponer mi forma de ver las cosas, solo y gracias a este blog y a tu comentario hago una reflexión en voz alta, pero sin mal rollo te lo aseguro.
Yo si te mando un beso

mas de mi que de... lirio dijo...

Lo bueno? El debate, la palabra... lo que se lee no pasa desapercibido, queda registrado en algún lugar y suele ser como un granito de arena que con suerte y viento a favor, con el tiempo se transforma en perla.
Yo no lo vivo de cerca así que prefiero no opinar...solo se que a partir de ahora tratare de ser conciente de mi reacción y si intuyera compasión en ella la cambiaria, no es mi voluntad... todos somos seres distintos.
Besitos

Anónimo dijo...

Cláp, cláp, cláp, aplausos para ti; Muy bien dicho!!! Muy buen post. Y.....
Muchos besos.

Isabel Burriel dijo...

No había leído el resto de comentarios y sabes... mi ímpetu verbal o la sonoridad de mis palabras eran única y exclusivamente de apoyo hacia tí. Lo que pasa es que la pasión me puede (no me refería a tu dureza como algo negativo, todo lo contrario)y por intentar transmitir empatía con esta cuestión se me endurece la expresión escrita.
Pero creo que sobran las palabras. Yo te entiendo a ti y de veras que me acuerdo mucho de ti y a cada paso que doy intento que estas cosas se vean distintas, no?
En fin, que no sólo te mando un beso, te mando mil.