04 julio 2009

La Carta

A lo tonto llevo 9 meses de obra en casa, obra en general y con mayúsculas, no un simple lavado de cara ni una chapucilla cualquiera.

En este tiempo he dado la vuelta por completo a todas las habitaciones haciendo que ni yo misma las reconozca, pero mucho menos conocía con minuciosidad todas las historias que duermen en los cajones y que a lo largo de años archivamos,conservamos sin saber mucho su valor o su motivo, y custodiamos por ser meros recuerdos en papeles ya amarillentos que forman parte de un pasado, da igual qué tipo de pasado...

Y la sorpresa es cuando decides hacer limpieza a fondo, deshacerte de lo absolutamente inútil o de todo aquello que en mucho tiempo no has utilizado, porque casi siempre es un acto imposible a no ser que optemos por la fórmula "sin piedad", es decir sin evaluar que va al contenedor y que vuelve a dormir el sueño de los justos...

Se encuentra de todo cuando se busca y más si hay o ha habido una vida llena de historia. Fotos de tanta gente que algunos de ellos resultan seres no identificados, documentos sin validez alguna, solo ahora ya la puramente anecdótica... ¿qué costaba la compra hace veinte años?, o ¿qué alquileres se pagaban en el centro de Madrid?... cosas que posiblemente no nos sirvan para nada salvo para engordar nuestras cajoneras y a la vez la curiosidad.

Y cartas.

De todo tipo, antes era algo muy normal salir de viaje aunque fuese a 100km y rápidamente enviar una postal, o las gentes eran más consideradas y amables que ahora o se aburrían muchísimo más, caben las dos posibilidades. Por eso mi caja marrón llena de fotos y de la que algún día hablaré porque estoy segura tiene vida propia, está llena de esas postales escritas con caligrafía casi impecable y muy de colegio de curas de la época, pero también de esos otros elementos poltergeist que no sabemos ni remotamente como llegaron hasta aquí, incógnitas sin despejar que aparecen de buenas a primeras delante de nuestras narices y se quedan a residir entre nosotros...

En este caso y lo que más me ha llamado la atención es el comienzo de la carta: Paz y bien, bueno en realidad la redacción de toda ella es un rosario de palabras amables que ahora nos resultan hasta casi chocantes.

La carta es el saludo de un antiguo profesor de mi hermano, que por motivos políticos tuvo que refugiarse en el extranjero y a su vuelta no había sido capaz de olvidar sus últimos años aquí, ni a las gentes que le habían dado cobijo en tiempos "peores"...

Curioso revolver en los cajones y encontrar pedazos de historia...



8 comentarios:

mas de mi que de... lirio dijo...

Volver a través de las palabras y las fotos es un viaje mágico.

Yo he viajado lo suficiente para saber que hay cosas que no hay manera de tirar. Siempre he llevado conmigo cientos de cartas y recuerdos que a decir verdad no miro pero me acompañan.

Besos Sib, desde mi alma, como siempre.

Juanma dijo...

"Son aquellas pequeñas cosas..." que el gran Serrat describió perfectamente.

Y qué maravilla de carta.

Un saludo.

Juan Duque Oliva dijo...

Pues ya va siendo horita de que den por terminda la obra, oju

BEsos

Avellaneda dijo...

En primer lugar, digo lo mismo que Luz de gas ¿9 meses de obra??? y qué tal llevas eso de la paciencia? ufff!!

Las limpiezas como las tuyas, las denomino kármico-episódicas, esas en las que te da un arrebato y comienzas a tirar y tirar cosas que efectivamente llevas años sin mirar y que guardas con un porsiacaso o por sentimentalismo o ... Los primeros momentos tiras todo, sin mirar, para no tener arrepentimientos peeeeeeeero siempre hay algo que te llama la atención; una foto, un papel de la adolescencia, la tapa de un yogurt Danone de la época de Marco o... una carta
Ahí tu limpieza kármica acaba y te tiras horas y horas de revisión y recuerdo ¿no es así? ;)

Pues creo que el encuentro de todos estos materiales es como una señal, para contar su historia, para reconciliarte con el pasado...

Así que ya sabes, estamos esperando esas historias :). Por cierto, que majete el profesor

Un beso

Sib dijo...

Mas de mi que de Lirio... si que hay magia en esos momentos cuando encuentras sin pensarlo algo que te hace viajar hacia el pasado y te inunda de recuerdos...

Juanma... " que nos dejó un tiempo de rosas en un rincón,
en un papel,
o en un cajón"... y casi siempre nos sorprenden¡¡
Serrat la palabra mágica ayss¡¡¡

Luz de Gas... que razón tienes hartita que estoy ya de tanto escombro, tanta obra y tanto "polvo"...

Avellaneda... La paciencia tirando a mal sinceramente.
Soy muy de porsiacasos,de miedos a luego echar de menos aquello que jamás me ha servido para nada, pero mi limpieza kármica por esta vez ha funcionado, creo que con estos hallazgos he renovado energías y me ha servido para aligerar la memoria de cosas inútiles para alimentarla con las verdaderamente útiles y amables...

Un beso enorme a todos...

Jeanne dijo...

Es increible la tendencia que tenemos a guardarlo todo...somos incapaces de mantener los cajones y armarios a medio llenar...

Yo soy de las que lo guarda todo, pero todo de todo....hacer limpieza de trastos me cuesta una eternidad....tirar cosas es como una condena....lo evito ...pero ultimamente estoy aprendiendo a tirar...a guardar lo necesario...tirar cosas es un placer que desconocía...pero me está gustando :-)

J.

Enhorabuena por tu cambio de look casero.

raindrop dijo...

El esfuerzo supremo que cuesta (al menos a mí) desprenderse de tantos recuerdos concentrados en objetos que sólo quien los atesora puede comprender todo su valor.

Te comprendo perfectamente :D

(a ver esa obra, si termina un día de estos ;D)

besos

Administrador dijo...

De los viejos cajones olvidados he recuperado mil historias casi siempre son fotografias que me dicen quien fui, cuales fueron mis realidades cotidianas y fugazmente me recuerdan que el tiempo pasa y que uno sigue siendo pero que nuestro paso no es gratuito y que nos dejamos por el camino multitud de momentos buenos o malos,pero que nos van modelando hasta llegar a lo que somos.
Que la fuerza te acompañe,yo todavia estoy de obra.Saludos.