"Y ajústate los machos,respira hondo, traga saliva, toma carrera, y abre la puerta, sal a la calle, cruza los dedos, Toca madera" (Serrat, obvio...)
14 agosto 2007
Desconocido para unos... y precioso cuento para todos.
Cuentan que una vez se reunieron en algún lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los seres humanos.
Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso: Vamos a jugar a las escondidas?
La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse le preguntó: A las escondidas? y ... cómo es eso?
Es un juego, explicó la Locura, en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El Entusiasmo bailó entusiasmado secundado por la Euforia.
La Alegría dio tantos saltos que terminó convenciendo a la Duda, e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba hacer nada.
Pero no todos querían participar.
La Verdad prefirió no esconderse ... para qué? ... si al final siempre la hallaban.
Y la Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en realidad lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) ............. y la Cobardía prefirió no arriesgarse.
Uno, dos tres... comenzó a contar la Locura.
La primera en esconderse fue la Pereza, como siempre tan perezosa se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La Fe subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La Generosidad casi no alcanzó a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos... ...que si un lago cristalino... para la Belleza ...que si una hendida en un árbol... perfecto para la Timidez ...que si el vuelo de una mariposa... lo mejor para la Voluptuosidad ...que si una ráfaga de viento... magnífico para la Libertad.
Así terminó por acurrucarse en un rayito de sol.
El Egoísmo, en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio: aireado, cómodo... pero sólo para él.
La Mentira se escondió en el fondo de los océanos...(mentira, se escondió detrás del arco iris).
La Pasión y el Deseo en el centro de los volcanes.
El Olvido... se me olvidó dónde se escondió el Olvido, pero eso no es lo más importante.
La Locura contaba ya novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve... y el Amor no había aún encontrado sitio para esconderse entre sus flores.
Un millón contó la Locura y comenzó a buscar.
La primera en encontrar fue la Pereza... a sólo tres pasos detrás de unas piedras.
Después se escuchó la Fe discutiendo con Dios sobre Teología y a la Pasión y el Deseo los sintió vibrar en los volcanes.
En un descuido encontró a la Envidia y claro, pudo deducir dónde estaba el Triunfo.
Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él sólo salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza, y con la Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún dónde esconderse.
Así fue encontrando a todos.
Al Talento entre la hierba fresca...
A la Angustia en una oscura cueva...
A la Mentira, detrás del arco iris, (mentira... en el fondo del mar).
Hasta el Olvido... ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.
Pero ... sólo el Amor ... no aparecía por ningún sitio.
La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas, y cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y pensó: ...El Amor siempre tan cursi, seguro se escondió entre las rosas...tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas...cuando de pronto un doloroso grito se escuchó...
Las espinas habían herido los ojos del Amor, la Locura no sabía qué hacer para disculparse: ...lloró... rogó... pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó en la Tierra a las escondidas, el Amor es ciego... y la Locura siempre lo acompaña.
(Mario Benedetti)
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6 comentarios:
Hay Sib ¡Que bello cuento! ¿Lo puedo copiar? ¿Me lo dejas publicar más adelante? ¡Anda dí que sí!!! ¡Se buenita! Me recopó¡¡¡
Un fuerte beso.
hola! que lindo encontrar tu blog, y leer este texto que me encanta, como todo lo de benedetti, qué locos somos al enamorarnos ciegamente, no? a mi me está pasando...
me alegro de conocerte, y te mando un abrazo desde argentina
recién empiezo a leer tu blog, espero me deparen más cosas lindas
besos
vale, estaba con el sentimiento del aburrimiento pero fue tan emcionante leerlo que dio alegria y sollozo, habia algo en mi qe recordaba haberlo leido, pero continuaba haciendolo hasta el final. que grande es benedetti, que generosa tu por recordarnoslo
Kukilin, no lo conocias? hacia tiempo que lo lei y ayer volvió a caer en mis manos y quise compartirlo... ¡¡¡claro que puedes publicarlo como no?¡¡ en todo caso el mérito siempre es de Benedetti, a él le debemos esto y mucho más...
Claudia, me alegra tu visita y espero que puedas encontrar alguna cosa más que te entretenga o guste, pasaré a visitarte
Jhonell, me alegra que volverlo a leer te haya hecho sentir mejor era mi única intención, y sobre todo para aquellos que no conocían este cuento tan fantástico.
Un beso a todos/as
Susana
GRACIAS; Sabía que no te negarías.
No, no lo conocía, lo que pasa es que he tenido que trabajar arduamente en mi vida y me he perdido muchas lecturas, y ahora con la compu ya no me queda tiempo para leer, hace años atrás me leía todo más ahora no, el adelanto tecnológico nos priva de la lectura. ¿No crees?
Muchos besos y nuevamente gracias, eres muy buena...
No sé donde dejar este comentario Sib me sabe mal hacerlo aquí pero busco tu mail y no lo encuentro.
Te he dejado contestación en mi blog para no extenderme en este espacio personal.
Sorry...
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