MI ÁTOMO DE OXÍGENO...

...Sumado a los cientos de nuevos átomos de hidrógeno y esperanza que cada uno iréis añadiendo con vuestros posts para recordar que el aire y la tierra sufren, se desmoronan, seguramente consigamos infinidad de moléculas de agua que nos devuelvan algo de naturaleza viva, la que nunca debió cambiar si nos hubiésemos dado cuenta antes que podríamos estar destruyendo lo más necesario a cambio de egoísmo y necios intereses.

Miles de millones de átomos de agua cristalina y azul, revoltosa o enfurecida, pero siempre viva es la que necesitan los seres que en ella habitan, espacio también invadido por el humano sin el menor escrúpulo.
Podré ver en unos años imágenes como estas de unos delfines respetuosos con su entorno y con el mio, nadando y jugando alrededor nuestro?, seguirán creciendo y multiplicándose con la libertad necesaria o de nuevo la mano ávida del hombre irá acabando con sus recintos?...

Este es un vídeo de este verano, mar mediterráneo, castigado como el que más pero algunas especies aún se resisten a caer,...



Y por otro lado tenemos la imagen tétrica y desoladora del tiburón más famoso de este verano en España, capturado de mala manera, más aún si se pensaba que era una especie desorientada o con alguna enfermedad. Porqué un tiburón de aguas frías, que casi siempre hace sus viajes en manada llega hasta una costa de aguas calientes, no demasiado cristalinas y en solitario? todo ello nos hace pensar que estamos haciéndolo mal, muy mal.

La falta de respeto intrínseca al hombre, va más allá de nuestros límites permitidos, somos tremendamente brutales incluso con aquellos seres o elementos que además de constituir nuestro ecosistema, nos dan el alimento, nos quitan la sed,nos proporcionan ganancias...

No voy a entrar en tecnicismos ni valoraciones que no son mi fuerte, Doctores tiene la Iglesia, y entendidos tiene el medioambiente y a ellos corresponde hacer el balance de los desastres que empiezan a notarse y los que se avecinan, lo nuestro es ser objetivos con la devastación que día a día observamos, hacernos eco sonoro de la hecatombe que ya vemos en cualquier rincón de nuestro planeta , contribuir a que el caos ambiental sea el menor posible, y sobre todo dejarnos aconsejar pero sin titubeos, hacer de esto nuestra cruzada pero sin alarmas porque el planeta y sus seres piden a gritos un poco de tranquilidad, un grandioso y enorme:

¡¡ vive y deja vivir ¡¡