MUJER REFRANERA....YA SE SABE¡¡

...Y es que en eso estaba ahora, recordando algún dicho del refranero español unos dicen que tan sabio él pero otros pensamos que su efecto es solamente alentador, confortante,como un medicamento placebo carente de valor terapéutico pero de efectos beneficiosos...
A Mal tiempo buena cara, años llevo intentando que mi cara o mi gesto no delaten que pasa nada significativo, procurando evitar el ceño rígido cuando veo algunas cosas que no acaban de situarse,controlando mi ira cuando a los que corresponde se quedan de brazos cruzados mientras para mi hijo pasa el tiempo, pero es parte de mi labor porque así me lo he propuesto,lo malo es que el mal tiempo no deja de lanzar borrascas y anticiclones a nuestra vida, en especial a la de Álvaro y me canso de llevar siempre el paraguas por si llueve o el abrigo por si hace frío.
Mujer precavida vale por dos, pero como no ser cautelosa si el miedo y la intranquilidad son elementos de primer orden en nuestras vidas?, cómo espantarlos o vencerlos cuándo el apoyo es el mínimo?.
Cuando percibes que la situación la controlas tú solamente porque has aprendido sin libros ni clases magistrales, teniendo como único profesor y asignatura la necesidad de ser de todo un poco, madre, psicóloga etc.. y la falta gigantesca de colaboración de aquellos a quién pertenece, de aquellos que son capaces de regir, conducir y gobernar nuestras vidas a cambio de nada, porque nada saben y mucho más peligroso aún...nada quieren saber¡¡
Donde una puerta se cierra, otra se abre, esta si que es la auténtica realidad pero solamente la primera parte, en mi vida pensé que tantas puertas pudiesen ser cerradas ante desmesurados problemas, no sabía que se podía cerrar los ojos con vendas de alta calidad para no ver el rompecabezas que significan estás vidas y sus consecuencias, no esperaba ni por un momento sentir la frialdad ni la falta de solidaridad, bendita palabra de la que ahora (tiempos electorales) todos se llenan la boca diciendolas, para ellos quedan demasiado grandes.
Y finalizando esta crónica interpretativa un tanto enmohecida, dejo para el final la que sin duda deja un grito en el aire para quién o quienes lo recojan...

A Quién Dios se la de, San Pedro se la bendiga...