Las Recompensas

Si bien no son demasiadas, ni demasiado abundantes como nos mereceríamos la mayoría de los que somos medianamente normales, "los regalos del cielo", me gusta llamarlos así, no caen como agua de mayo suelen hacerse de rogar y cuando en algunos momentos aparecen vienen como dosificados con cuenta gotas. Los estímulos son los que consiguen que sigamos por arduos caminos de piedras pareciéndonos sendas de hierba verde recién segada , ellos son los que hacen que reaccionemos ante situaciones de emergencia en las que el hundimiento es total o parcial, ayudan a activar nuestras defensas contra la tristeza o la nostalgia y solo esos empujones venidos como de la nada, son los que arrancan nuestra profunda aflicción cuando al otro lado del pozo hay solamente una tenue luz.

Hay distintos tipos de recompensas, alegrías, sorpresas...cada uno tiene su premio en función de sus gustos, de sus necesidades, en mi caso la música hace un efecto¡¡ salta del asiento ya¡¡ inmediato y ahora tengo a la vista un presagio halagüeño que de repente ha configurado mi esperanza de otra forma, pensareis que me conformo con poquito, y si poco y bueno es muchisimo mejor que promesas fantásticas que luego se quedan en miguitas para las palomas...

¡¡Pero tengo que soltarlo ya¡¡, tengo entradas para el conciertazo Serrat-Sabina o lo que es lo mismo Sabina-Serrat en concierto, y decidme si es o no una buena propina para el alma?

Hace años que mi gusto musical gira en torno a ellos, han sido los que han estructurado mi oído musical, pero sobre todo mi gusto por la poesía urbana, la de andar por casa, con sus temazos han logrado modelar incluso mi forma de ser, soy de las que he crecido oyéndolos, sintiéndolos y su música y poesía han acompañado todos los momentos de mi vida...

Bendito regalo...